¿Sabes cómo se fabricaban las tablas de surf en la década de los 80?
Han pasado muchos años desde que Hugo López-Asiaín y su hermano Gabi empezaron a construir tablas de surf en el garaje de su casa de Madrid y, más tarde, en el primer taller de Santander ubicado en la calle Juan de la Cosa. Corría el año 1985 y las cosas eran muy distintas…
Hace algunos meses, apareció en nuestra tienda una de las tablas que fabricamos en aquella época y, aparte de entrarnos la morriña, nos ha hecho reflexionar sobre cómo han evolucionado las tablas de surf desde entonces hasta ahora.
¡Sigue leyendo para descubrir cómo eran las tablas de surf en los años 80!
1) Las tablas de surf de la década de los 80-90 se fabricaban todas con brillo. Todas las tablas estaban pulidas, un laborioso y preciso trabajo extra de lijado que ponía a prueba el brazo del shaper que, aunque ya existían las lijadoras eléctricas, no eran igual de precisas como las de ahora. Eso sí, el resultado siempre saltaba a la vista con tablas muy vistosas que han perdurado bastante bien con el paso de los años.
2) Las quillas eran fijas. No existían los sistemas de FCS ni Futures, ni nada parecido. Las quillas se fabricaban directamente en el propio taller. Para ello se fabricaba una placa con 36 capas de fibra que, posteriormente, se laminaban en un cristal para luego recortarlas, shapearlas y colocarlas. Un proceso muy delicado e, igualmente, preciso.
3) Las pegatinas para los logos se hacían en papel japón (el que se usa en las alas de los aviones de aeromodelismo) y se imprimían en el mismo taller por medio de pantallas de serigrafía propias. Los logos eran muy grandes y ocupaban siempre una superficie muy amplia de la tabla.
4) Los colores de las tablas eran generalmente chillones, brillantes y fluorescentes mezclados con colores pastel, propio de la cultura pop de la época, una tendencia que ha trascendido a la actualidad con el boom de la «moda retro».
¡Si quieres repasar todos los elementos de un sólo vistazo, echa un ojo a nuestro último Reel de Instagram aquí debajo!